Conecta con tu respiración
¿Cuántas veces te has sentido desbordado en los últimos días? ¿Cuántas veces has sentido que lo que estaba sucediendo escapaba de tu control?
Si te encuentras reflejado en estas preguntas, te sientes ansioso o sobrepasado, al límite o sin energía para afrontar el día a día, te propongo que hagas una pequeña parada en tu vida para conectar con tu respiración.
Nuestra respiración nos aporta vida sin que nosotros hagamos nada para ganárnosla de una forma consciente. Pero el mero hecho de detenernos unos instantes para conectar con nuestra respiración, puede aportarnos una serenidad y equilibrio que nunca seríamos capaces de imaginar.
Si te cuesta creerlo, te invito a que realices un pequeño experimento conmigo y me acompañes unos breves minutos para conectar con tu respiración.
Elige un momento del día en el que puedas estar tranquilo, sin interrupciones, y un lugar en el que te encuentres a gusto. Siéntate en una postura cómoda. Cierra los ojos para abstraerte del mundo exterior y dedica unos momentos a, simplemente, estar. Percibe los sonidos que hay a tu alrededor, los olores, el contacto de tu cuerpo con la silla y de tus pies con el suelo. Suavemente, lleva la atención hacia tu respiración. Siente como el aire entra y sale de tu cuerpo y permanece unos instantes así. Sintiendo.
Ahora, coloca una mano en tu abdomen y la otra en el centro de tu pecho y toma consciencia de cómo es tu respiración, sintiendo qué mano es la que más se desplaza: ¿es la mano situada en tu abdomen o la mano del pecho? ¿Es una respiración rápida o lenta? ¿Superficial o profunda? No juzgues. Ahora sólo estás intentando saber cómo es tu respiración y conectar con ella. Tómate unos momentos para conectar con el flujo de tu respiración y lleva tu atención a cómo entra y sale el aire de tu cuerpo. Cada vez que inspiras, el aire entra dentro de ti aportándote una energía vibrante, luminosa. Y cada vez que espiras, el aire sale de ti llevándose todo aquello que ya no necesitas en tu vida: el estrés, el cansancio, el desánimo…
Continúa respirando a tu ritmo, sin forzar nada, hasta que sientas que te has vuelto uno con tu respiración y te meces con ella como si fueras una ola que va y viene en una hermosa playa.
Probablemente, irás notando que tu respiración se ha vuelto más lenta y profunda sin pretenderlo, de una forma natural. Y que te va invadiendo una sensación de paz y serenidad . Disfruta de esta hermosa sensación todo el tiempo que quieras y, cuando te sientas preparado, ya puedes abrir los ojos.
¿Qué tal la experiencia?
Ahora ya tienes una herramienta sencilla, pero tremendamente eficaz, para aportar serenidad a tu vida.
Te invito a que la utilices en cualquier momento en que te sientas sobrepasado o, simplemente, quieras disfrutar de unos momentos de paz en medio del ritmo frenético que solemos llevar en nuestras vidas.
No te arrepentirás.